Como cualquier día me pare temprano para ir al trabajo, un mensaje de un amigo que me esperaría en su apartamento al finalizar la noche fue lo primero que leí, sin mucha importancia me vestí, rumbo ya a mi dulce y patético trabajo, mi teléfono sonó… un pin era lo que tenía, al cabo de unos 10 minutos lo leí porque estaba ocupado, no recuerdo con exactitud lo que decía, se que la conversación que entable estaba tomando un rumbo inesperado el cual me agradaba.
20 minutos mas tardes ya habíamos dispuesto de una fogosa y rica noche solo para dos. Un encuentro con un compañero de trabajo ayudaron a calmar esos nervios que dominan mi ser en determinadas situaciones, al salir de allí me fui directo a hacer tiempo a un centro comercial a una cuadra de mi trabajo, a unos cuantos minutos de haber llegado recibo un mensaje diciéndome que saliera.
Cual niño emocionado camine justo a él, nuestra primera parada fue en un establecimiento para comprar condones, fui yo quien entro a comprar los famosos sombreritos, unas risas estupidas y unos cuantos ojos observaban mis movimientos, rápidamente pagué para irme. Mi próxima parada era algo que él quería conocer.
Una hermosa vista nos dio la antesala a aquel momento que viviríamos, una brisa fresca y unos dulces ojos fueron la bienvenida a aquel emporio egipcio, al abrir la puerta su mirada recorría el lugar como si fuese un chiquillo jugando al explorador, un rápido recorrido por el lugar y nuestras mentes ya estaban familiarizadas, una ducha rápida fue lo primero que el hizo, una camisa al aire fue lo primero que yo hice.
Llegando a un punto importante de la noche acordamos hablar en el jacuzzi, el agua caliente y aquella compañía hicieron para mi un momento deslumbrante (no se si para él lo fue) –ahora que pienso en algo reflexiono, que si en algún momento volviera a estar con él se que mi tiempo seria del momento, nada de ex, nada de otro… aun solo amigos él se lo merece, por eso creo que hablar de la vida amorosa en una cama no hace nada bien.
Continúo, un largo rato de charla y ya mi mente iba imaginando la estrategia para comenzar ya que estaba medio cortado y no se porque, un beso a unos segundos mas tarde de haberlo pensado y todo aquello se empezó, sus labios se vinieron a mi, su lengua recorrió toda mi boca, sus grandes y fuertes brazos apretaban mi cuerpo junto a él, unos ricos y apasionados besos fueron el lubricante de aquella tertulia, mi cuerpo añoraba su sentir, ese contacto que se tiene de piel a piel es algo indescriptible, mi posición fue cambiando hasta quedar a espaldas, una mano que en mi cuello, una verga rozando con mi culo, una lengua saboreando mi oído y unos movimientos fueron el toque para saber que su lengua estaría probando cada parte de mi en pocos minutos; así mismo fue, su músculo bajo suavemente hasta llegar al punto final.
Todo lo desconocido lo termino de conocer, unos minutos mas lamiendo todo y las posiciones cambiarían, baje por su cuello besando su glorioso pecho hasta llegar a su campeón universal, mis labios recibieron ese primer contacto junto con mi lengua saboreando todo su esplendor, su bolas entraban y salían de mi boca, pro primera vez hacíamos contacto visual mientras íbamos consumando la amistad –mi mirada fija justo a sus ojos, sus ojos fijos a mi mirada, ese destello de placer y un no se que se apodero de esos minutos.
Salimos del jacuzzi y nuestros pasos nos llevaron a la cama, una buena mamada fue la forma de gratificarle el momento anterior, un desesperado momento por abrir la caja de los condones y ya nos disponíamos a disfrutar a plenitud, sutilmente me monte sobre él e introduje a su reconfirmado campeón, un cambio de posición ajustaron nuestros cuerpo a disfrutar de una mejor manera, mis manos apretaban las suyas, su boca se postro en mi cuello, mis ojos cerrados hicieron el momento mas mágico…un gemido grueso y de éxtasis salía de su boca mientras su cuerpo se afianzaba en mi.
Un rato de conversación y me dispuse a fumar en la carpa egipcia de arriba de la habitación, algo majestuoso que nos mostraba gran parte de la capital, para pasar el sabor agarre un caramelo y su grata compañía alumbraron el momento, acostados en una alfombra con grandísimos cojines tuvimos nuestro segundo debate sexual –algo sucedió que su penetración la hizo sin condón o por lo menos parte de ella, yo creo que él no sabe pero estar así consolido mas mis deseos y mi confianza…no se si a él le gusto, pero a mi me mato.!
Una charla mas me dio la respuesta a algo que me pregunté hace un tiempo –y ahora que?
Historia anónima pero la saque del diario de puta de Williams Mcmillan
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