viernes, 28 de octubre de 2011

Algo de ti




Hoy como de costumbre hice mi rutinaria costumbre para despertarme, me cepille, prepare café, encendí un cigarrillo y me dispuse a tener una charla amena con él. Algo venía sucediendo desde hace ya 3 meses por mi cabeza, alguien estaba ocupando cada rinconcito de mi mente, cada centímetro de mi cerebro era perturbado por su presencia,  vivir con su recuerdo en mi mente alojado es lo mas maravilloso que puedo tener.

En medio de aquella pensadera decidí llamarle y decirle para verlo en la tarde al salir del trabajo, con mucha suerte su respuesta fue positiva, algo entre manos iba imaginando para hacer, quizás una cena o una simple copa –la verdad es que solo me importaba su presencia. Ya en el apartamento lo esperaba muy nervioso, recuerdo que llegó con una camisa de cuadros rojas y un jean ajustado, su cuerpo resaltaba en todo aquellos trapos que lo que mas deseaba era que no los tuviera.

Una conversación de lo mas amena fue nuestra antesala, 3 meses deseando su cuerpo eran los pensamientos que nunca me abandonan, copa tras copa se iba acentuando mas en mí, mis miradas cada segundo iban delatandome mas , su mano rozando mi espalda mientras servia el vino propiciaba un incendio en mí, sentado a su espalda él deja una de las copas en la mesa mientras va colocando la otra en mi cabeza y con una sutil risa deja caer un poco de vino, aquel liquido recorrió en segundos toda mi espalda hasta finalizar en mi paquete trasero.

De un giro violento a la silla y nuestras caras se enfrentaron por primera vez, miradas retadoras se cruzaban como en una pelea de espadas, de un sopetón nuestras lenguas se estaban probando, sus manos agarraban mi cabeza para no despegarnos, las mías sujetaban su cintura, de un manotazo quitamos todo de la mesa partiéndose aquella copa de vino servida y derramando mas nuestras ganas de tenernos, mi cuerpo reposó en la fría mesa, rompió mi camisa mientras sus besos junto a su lengua saboreaban todo mi cuerpo, con sus fuertes brazos me levanto, esas lenguas se tocaban con aquel hambre insaciable, caminamos hasta una pared, me dio media vuelta y quedando mi mirada al frío concreto él pasaba su lengua por mi oído produciendo un sin fin de sensaciones en mí, sus manos bajando por mi cuerpo tatuaban en mí la palabra deseo, sus dedos húmedos fueron penetrándome hasta llegar a un éxtasis total.


Bruscamente me agache y me gire para lamer todo aquello que solo por una noche era mío, de un fuerte apretón me metí sus bolas chupando todo lo que en ellas hubiese, lamidos circulares hasta llegar a mamárselo todo, hacia movimientos extraños con mi lengua en su glande –lo que mas deseaba era hacerlo de maravilla. Mis manos apoyadas en su abdomen sentían cada contracción que tenía, seguía mi lengua haciendo de las suyas, mis labios halaron su sensible piel hasta meterlo nuevamente en la boca…. Masturbándolo y al mismo tiempo haciéndomela yo  logramos irnos al mismo tiempo, él derramo todo su energía en mi boca y yo saboreando catando cada sabor. Un beso en la frente y una sonrisa dieron fin a una anhelada historia.

algo de ti me quedo… un hermoso recuerdo!

historia anónima pero la saque del diario de puta de Leo Torre 

lunes, 24 de octubre de 2011

Una charla mas



Como cualquier día me pare temprano para ir al trabajo, un mensaje de un amigo que me esperaría en su apartamento al finalizar la noche fue lo primero que leí, sin mucha importancia me vestí, rumbo ya a mi dulce y patético trabajo,  mi teléfono sonó… un pin era lo que tenía, al cabo de unos 10 minutos lo leí porque estaba ocupado, no recuerdo con exactitud lo que decía, se que la conversación que entable estaba tomando un rumbo inesperado el cual me agradaba.

 20 minutos mas tardes ya habíamos dispuesto de una fogosa y rica noche solo para dos. Un encuentro con un compañero de trabajo ayudaron a calmar esos nervios que dominan mi ser en determinadas situaciones, al salir de allí me fui directo a hacer tiempo a un centro comercial a una cuadra de mi trabajo, a unos cuantos minutos de haber llegado recibo un mensaje diciéndome que saliera.

Cual niño emocionado camine justo a él, nuestra primera parada fue en un establecimiento para comprar condones, fui yo quien entro a comprar los famosos sombreritos, unas risas estupidas y unos cuantos ojos observaban mis movimientos, rápidamente pagué para irme. Mi próxima parada era algo que él quería conocer.

Una hermosa vista nos dio la antesala a aquel momento que viviríamos, una brisa fresca y unos dulces ojos fueron la bienvenida a aquel emporio egipcio, al abrir la puerta su mirada recorría el lugar como si fuese un chiquillo jugando al explorador, un rápido recorrido por el lugar y nuestras mentes ya estaban familiarizadas, una ducha rápida fue lo primero que el hizo, una camisa al aire fue lo primero que yo hice.

Llegando a un punto importante de la noche acordamos hablar en el jacuzzi, el agua caliente y aquella compañía hicieron para mi un momento deslumbrante (no se si para él lo fue) –ahora que pienso en algo reflexiono, que si en algún momento volviera a estar con él se que mi tiempo seria del momento, nada de ex, nada de otro… aun solo amigos él se lo merece, por eso creo que hablar de la vida amorosa en una cama no hace nada bien.

Continúo, un largo rato de charla y ya mi mente iba imaginando la estrategia para comenzar ya que estaba medio cortado y no se porque, un beso a unos segundos mas tarde de haberlo pensado y todo aquello se empezó, sus labios  se vinieron a mi, su lengua recorrió toda mi boca, sus grandes y fuertes brazos apretaban mi cuerpo junto a él, unos ricos y apasionados besos fueron el lubricante de aquella tertulia, mi cuerpo añoraba su sentir, ese contacto que se tiene de piel a piel es algo indescriptible, mi posición fue cambiando hasta quedar a espaldas, una mano que en mi cuello, una verga rozando con mi culo, una lengua saboreando mi oído y unos movimientos fueron el toque para saber que su lengua estaría  probando cada parte de mi en pocos minutos; así mismo fue, su músculo bajo suavemente hasta llegar al punto final.

Todo lo desconocido lo termino de conocer, unos minutos mas lamiendo todo y las posiciones cambiarían,  baje por su cuello besando su glorioso pecho hasta llegar a su campeón universal, mis labios recibieron ese primer contacto junto con mi lengua saboreando todo su esplendor, su bolas entraban y salían de mi boca, pro primera vez hacíamos contacto visual mientras íbamos consumando la amistad –mi mirada fija justo a sus ojos, sus ojos fijos a mi mirada, ese destello de placer y un no se que se apodero de esos minutos.

Salimos del jacuzzi y nuestros pasos nos llevaron a la cama, una buena mamada fue la forma de gratificarle el momento anterior, un desesperado momento por abrir la caja de los condones y ya nos disponíamos a disfrutar a plenitud,  sutilmente me monte sobre él e introduje a su reconfirmado campeón, un cambio de posición ajustaron nuestros cuerpo a disfrutar de una mejor manera, mis manos apretaban las suyas, su boca se postro en mi cuello, mis ojos cerrados hicieron el momento mas mágico…un gemido grueso y de éxtasis salía de su boca mientras su cuerpo se afianzaba en mi.

Un rato de conversación y me dispuse a fumar en la carpa egipcia de arriba de la habitación, algo majestuoso que nos mostraba gran parte de la capital, para pasar el sabor agarre un caramelo y su grata compañía alumbraron el momento, acostados en una alfombra con grandísimos cojines tuvimos nuestro segundo debate sexual –algo sucedió que su penetración la hizo sin condón o por lo menos parte de ella, yo creo que él no sabe pero estar así consolido mas mis deseos y mi confianza…no se si a él le gusto, pero a mi me mato.! 

Una charla mas me dio la respuesta a algo que me pregunté hace un tiempo –y ahora que?

Historia anónima pero la saque del diario de puta de Williams Mcmillan

miércoles, 19 de octubre de 2011

Noche estrellada

El universo siempre me ha apasionado, una luna plateada y un cielo estrellado fueron testigos de una de mis mas grandiosas noches.

El motor de mi carro calentaba mientras mis dedos marcaban ciertos números en mi celular, su suave voz atendió en suspenso a la 1:15 de la madrugada, un ¡Alo! fue su saludo, luego de unos 2 minutos de conversación mi rumbo había cambiado. Un nuevo destino proyectaba un feliz y esplendoroso compartir con él, una media hora de camino y mi primera parada era su casa.

Su hermoso rostro y su tierna mirada recibieron mis deseos aquella madrugada, una vez adentro del carro un apasionado beso y un fuerte abrazo afianzaron nuestras ganas de pasar tiempo juntos. Con la carretera y las luces de testigo emprendí mi destino final en esa noche, llegando a la playa su voz se torna temblorosa para pronunciar ¿vamos a parar por aquí? con una sonrisa y una dulce mirada a sus ojos asenté mi cabeza.

Como todo caballero me dispuse a abrirle la puerta, su mano apoyada en la mía entrelazaban un amarre para así no separarnos  en el resto de la noche, baje una botella de vino, las respectivas copas y unas aceitunas. Su inexperta reacción le dieron a entender a mi sentido que no sabia que hacer, sutilmente le pregunte si quería acabarse esa bebida conmigo, su gesto de igualdad se presento en su rostro a lo cual lo tome como un si.

Su copa hasta la mitad y una aceituna adentro fue el primer manjar de la noche, una velada con la luz de la luna y aquellas bombillitas que brillaban intensamente solo para nosotros  hacían mágico el tiempo a su lado, la arena recorría mis pies, mis manos acurrucan su cuerpecito junto a mí, su aliento avivaba mi furia insaciable de su ser, su lengua recorría mis tetillas en busca de placer… minutos mas tarde las copas enterradas en la arena, dos cuerpos semi desnudos comiéndose a besos, recorriendo cada pedazo de piel conocido por el hombre. Aprisionaba su cuerpo junto a la arena al ritmo que mi lengua bajaba por su espalda, mis dientes mordían aquella piel con ganas de tenerlo, sus manos quitaron  mí camisa junto con mi pantalón, mis manos rasgaron su franela, mis dientes bajaron su short, su boca se postro en mi abdomen lamiendo cada poro.

Cada segundo afianzaba mas nuestro sentido sexual, aun en ropa interior mi verga se postraba sobre él, su culo lo movía de un lado a otro incitando a una guerra, de un solo jamaqueo lo agarre por su pelo y lo agache a mi paquete, lamiendo y saboreando mi ropa interior la bajo sutilmente para mamarse todo lo que era de él,  empujaba mi cuerpo a su boca como si quisiera comerme todo, metió mis bolas a su boca saboreándolas como dos chupetas cualquieras,  mis pelos los lamía con tal ganas, me mamaba la cabeza de una manera indescriptible, mis placer era incontrolable, de un agarron lo levante y le quite su bóxer, pasaba mi verga por su culo tal cual juega un niño a las metras y la hueca, me acerque rápidamente al carro a buscar el lubricante que nos ayudaría a disfrutar a plenitud nuestro entremés, una vez ya en la mano me derrame aquel liquido espeso en mis dedos con los cuales pase una y otra vez por su raja sin dejar de masturbarme, cuado aquello ya se encontraba listo para comerse metí mi machete suavemente, su cuerpo se erizo que hizo que el mió sintiera tal asombro, sus gemidos me inspiraban a cada momento mas para darle y seguir dándole, mis brazos se enlazaron con su pecho imposibilitando un alejamiento de mi cuerpo.

Besos mojados por todo su cuello, unas cuantas metidas de dedos, una buena mamada de culo que le hice mientras descansaba de la penetración, unos cuantos movimientos mas ya de nuevo con mi verga adentro de él e hicieron que me fuera, saque a la brevedad que pude aquello y su boca recibió todo el derroche natural. Su lengua seguía recorriendo mi verga, limpiando todo residuo, mis dedos se fueron de nuevo a su culo mientras él sacaba toda su furia.

Dos acabadas fenomenales, un compartir alocado… una noche estrellada

Historia anónima pero la saque del diario de puta de Sebastián Rodríguez 

lunes, 10 de octubre de 2011

Viaje inesperado


Siempre he considerado que soy de las personas que hacen muy buenas relaciones, hasta con personas que no conozco. Hace un tiempo (2 años exactamente) conocí a un amigo por el Internet, hablamos, me escriba y yo a él también, mis grandes deseos de conocerlo eran insoportables y no era solamente por la amistad que teníamos sino por una posible y muy remota posibilidad de terminar enredados en una sabana.

Una vez ya en el carro recorrí las carreteras que me llevaban justo a él, mi bienvenida fue sencillamente espectacular, él esperaba por mi en un punto centro sentado con esa mirada de ansias e intrigas. Mi sonrisa no pudo ser mas grande cuando lo vi, un gran abrazo y una apretón fue el lazo que nos unió esa noche, dispuestos a llegar al apartamento nos salimos del camino para comer unas ricas y sabrosas empanadas, ya satisfechos con el suculento manjar urbano volvimos a nuestro final feliz… una cama que añoraba por el corto pero imprevisto viaje.

Entramos, mi mirada recorría el lugar con asombro solo preguntándome ¿dónde dormiré?, mi pregunta fue contestada mientras su voz se iba al cuarto principal, una vez adentro mi rostro no podía expresar mi completa felicidad ya que solo somos  amigos y nada inesperado pasaría (eso fue lo que me mentalice).

Una buena ducha, unos ricos pensamientos y una buena tocada alojaron mas mis deseos. Salí de la ducha y mi cuerpo se recostó de un buena y suave cama, su cuerpo a mi lado  sintiendo su calor era justo lo que necesitaba, mi sueño profundo se instalaba mas en mí mientras mis ojos se cerraban lentamente.

La mañana y tarde siguiente fue estupida, así que ni lo contare. A cambio la noche es otra historia, llegamos a la disco y como siempre alguien fijo su mirada en mí, sus ojos no dejaban de tenerme, solo basto un poco mas de insistencia y mi boca tocaría la de él. Me pase toda la noche bailando y sintiendo cada erección que su miembro tenia, mis manos tocaban grandes partes de su piel, sus manos intentaban tenerme, sentados en un banco mi culo acariciaba su paquete, esos besos de deseos acabaron tan pronto nos fuimos. Una vez en el carro las luces de la vía nos llevaban a una nueva ronda de fantasía, llegando a su apartamento su teléfono sonó anunciando que un grupo de amigos vendría a continuar con lo que se acababa en la disco.

Sentados en un muro sosteníamos una charla amena de nuestra preciada amistad, mis intenciones nunca fueron sinceras así que aproveche mi borrachera para confesar mis pecados sexuales con él. Un gran abrazo y un Pa` lante marico cerro la conversación, sus amigos llegaron, éramos en total 8 putas queriendo ser mas.
Unos besos apasionados fueron la bienvenida de uno de ellos mientras su novio esperaba ansiosamente el regreso de su amado, mas y mas fueron los besos que a escondidas  nos dábamos, repentinamente en medio de todos me fueron quitando la camisa, mi pecho desnudo dejaba a la luz publica mi oscura y cálida piel,  mis pantalones fueron bajando hasta mostrar un poco mas de lo que todos esperaban, mi ropa interior fue deslizada por unas manos mientras los dedos paseaban por todo mi culo.
Un baile sensual y sexy produjo en varios ciertos deseos extraños y repentinos, mi lengua, mas la de un amigo de la noche  y la de uno del grupo que recién llegaba se saboreaban como si fuesen helados, mis manos acariciando su cuerpo, mis dedos jugando con su verga, la de ellos jugando conmigo… una noche totalmente loca.
Ya cansado de todo el ajetreo, besos, chanceo y todo lo que sucedió me di media vuelta y me fui a dormir. Ese frió esperado y el sueño que nunca llegaba para él, propiciaron un clima ardiente, sutilmente puso mis manos en su abdomen para acariciarlo circularmente, mis uñas rasguñaban aquella piel que incitaba a tener sexo.

Su mano apoyada en mi cabeza hacia que me tragara el vergon que tenia, que vainas mas rica fue mamárselo, mi lengua se metió en cada rincón conocido por la medicina, sus pelos me excitaban de tal manera que agarre su macheton y de un solo tire me lo metí, un dolor desgarrante se apodero de mi pero mas fueron mis ganas y mi pasión que ese estupido momento incomodo. Mis movimientos eran salvajes, su presión casi hacia un chichón en mi cabeza, su furia exploto en un largo y preciso liquido que termino en mi boca.

Que viaje tan inesperado.
Historia anónima pero la que del diario de puta de: Juan Carreño 

Noche de disco


Hoy es una de esas noche en las que te provoca ir a la disco, pasar el rato, compartir con tus amigos, conocer gente y hasta posiblemente terminar en una cama con alguien. Ese es mi caso. salí con unos amigos, conocí personas, me reencontré con un magnifico… se podría llamar amigo, pero se que fue mucho mas que eso y no por la amistad precisamente.

Mis amigos escogiendo nuevo rumbo partimos para continuar la fiesta, paramos en una piscina a eso de las 4:30 am, mi compañero y yo jodiendo, otros 2 comiéndose en plena acción  y los restante con muchos tragos encima; mientras los otros 2 hacian cualquier cosa para matar sus ganas yo miraba a uno de ellos donde pasaba mi lengua por el vaso, saboreaba la poca bebida que tenia y mis ojos aun centrados en él, él pensando en mi estando con el otro. Nuestra ruta había acabado o por lo menos eso pensaba yo, no sabia que el destino insistiría en tener un numero mas   de camas visitadas.

Habitación 17, eso resume mucho la historia. En pleno acto interrumpe un empleado del hotel; ya dispuesto a la emoción me subí sobre el introduciéndome el esplendoroso manubrio, mi mirada se centraba en el espejo, necesitaba hacer entender que mis movimientos eran lo que él esperaba. Unas cuantas poses mas y ya habríamos acabado pensé, pero lamento decir que así no fue.

Las mamadas impresionantes, un sexo rico y seguro fue lo que sucedió. El famoso perrito, de espaldas, de frente, con mis piernas en mi pecho, parados, acostados, en un banco….. pare ud de contar que tanto se hizo, solo puedo pensar en él dándome cual amo le pega a su mascota, mis gemidos de placer total satisficieron sus ganas insaciables de darme hasta acabar. En medio del apogeo paré y dije: acaba en mi pecho, esa orden inmediata fue cumplida a  cabalidad, su semen desbordadse en mí, corriendo por mi pecho, pasando en mi cara, fue la mayor gratitud que había tenido esa noche! 

Historia anónima pero sacada del diario de puta de: Carlos Castilla


viernes, 7 de octubre de 2011

Amantes en acción

Un viernes por la noche mi mente alucinaba con un hombre que había conocido de la manera mas ilógica y excitante posible, caminando por los pasillos de un centro comercial él fijo su mirada en mí, yo seguía ese juego que nos iría comprometiendo cada vez mas hasta, en una manera de escape fui al baño y justo saliendo me topé con esa hiena que en busca de placer haría cualquier cosa, intercambiamos números de telefotos y así comenzó una nueva historia sexual en mi vida.

Un tiempo después una cita agudizo nuestras ansias de tenernos el uno al otro, fuimos a un bingo de la famosa ciudad Caraqueña, entre juegos de azar y apuestas nosotros apostábamos dos relaciones llevadas a una posible muerte anunciada, mis ganas de tenerlo delataban mis miradas, sus ganas de tenerme se corría por todo su ser. Ya decididos a ir a completar nuestro juego abordamos el carro en busca de un lugar que nos acogiera de la mejor manera.
Imposible de olvidar que él escogió el primer hotel que yo visité en mi adolescencia, estacionando el vehiculo mi mente se nublaba por la nostalgia y la alegría de un momento pasado. Ya subiendo las escaleras para probar un nuevo mundo  veo que viene saliendo una señora (la de limpieza) mi rostro y el de él tomaron un color ligeramente rojo; abriendo la puerta mis ojos se centraron en un inesperado tubo de acero, con música y luces al ritmo de la misma, que me permitiría demostrar otras destrezas que solo las sexuales. Me quite suavemente la ropa mientras él admirada mi cuerpo, la música era algo rápida así que mis movimientos también lo eran, él aun sentado en una especie de banco solo fabricado para el disfrute carnal seguía viendo mi cuerpo, saque mi teléfono y me dispuse a grabar el momento mágico de la noche, por otras circunstancia no pude continuar grabando, mi ropa ya tirada en el piso y él con su camisa abierta y estimulando su verga hacían que mis deseos fueran creciendo, corrí a la cama a esperarlo para una fabulosa noche; llegó justo a donde estaba, sus labios acercándose para un posible beso se desviaron a mi cuerpo, un buen beso negro y una buena mamada interrumpida por la llamada de su futuro esposo.

85 llamadas en total provocaron en mi una furia implacable, aunque mi cuerpo expresara otra cosa, mis pensamientos eran de arrechera. Abandonando el lugar, él en medio de su locura me lleva a su apartamento sin saber si su futuro esposo estaría esperándolo. Para nuestra felicidad el ser ya no estaba allá; pasamos muy callados, con solo las luces de los otros apartamentos  pasamos sin prender las del lugar, me senté en un sillón mientras él buscaba una copa para mí. El alcohol alboroto nuestro deseo, tirándonos en el piso, rodando una mesa y acostándonos en una alfombra logramos tener aquella que no se logro en el hotel; sentado sobre él con todo su verga adentro de mi podía ver como su cara expresaba un momento único. En cuatro fue la mejor posición que pudimos probar, mi cara miraba atrás mientras su lengua bajaba por mi garganta, sus fuertes manos sostenían mis hombros y me inhabilitaban a pararme del cipoto que tenia adentro. Mi acabada fue genial y la de él sin palabras, jugaba con eso como si fuese miel.

Dos amantes en acción, uno amarrado y otro sin cadenas.

Historia anónima pero sacada del diario de puta de: José Villanueva 

Solo en una cama

cierto día de trabajo aburrido y cotidiano buscaba algo para hacer cuando de repente veo a mi derecha una hermosa venda que ilumino mis pensamientos, le dije a mi jefe que necesitaba irme, que el dolor era inaguantable; con esos minutos de fama logre mi escape hacia una posible y muy remota felicidad carnal. Como siempre me creí una puta decidí llamar a un personaje que hace un tiempo atrás deseaba con tenerlo.
Acordamos una cita esa misma noche en un concurrido lugar de la ciudad Valenciana, en la dulce espera las horas se me hicieron eternas a tal punto que cuando pasaron 180 minutos entendí que mi cita había sido un fraude. Decepcionado un poco de la situación emprendí mi rumbo a casa de mi mejor amigo (ese que te coje y te dice que te quiere), cuando de repente mi celular anunciaba el llamado de un deseo anhelado, dije: alo! que quieres? con su dulce voz responde: compartir una noche contigo, esas palabras devolvieron a mi estado de animo la energía que necesitaba, no dude e acudir a su llamado cuan niño corre a los brazos de su madre.
Fuimos a comer, la música era  sensacional, su atención desbordo en mi una represa que gritaba a ojos de cualquiera que me lo quería comer, la sutil mirada y los hermosos ojos dejaban desnudo a este cuerpo que tapado no era nada. Rápidamente fuimos al carro, nuestra lascivia dominaba una atmósfera  que nos encendía  cada vez mas, llegamos a un punto en el que nuestra respiración se aceleraba con el simple hecho de cruzar miradas; sin dudarlo recorrimos la carreteras de la metrópolis Valencia en búsqueda de un lugar perfecto para nuestra famosa velada. Una vez ya en la esperar  para acceder al lugar sentí unas manos frías acercándose un poco mas al color de mi piel, esas manos llevaban mi boca a sus labios donde cada coagulo de saliva era el lubricante del desfrenado deseo, esos besos aun siguen siendo besos especiales, me quitaba el aliento con cada uno de ellos.
Llegamos a la habitación 53 del dichoso hotel que tenia la oportunidad de probarme en la cama, una vez adentro sus impacientes ganas logran llegar hasta mi y suavemente va quitándome la franela que tenia,  de un solo tirazo logra quitarme el pantalón, dulcemente me acuesta en la cama a espaldas a él, solo imaginado donde seria el lugar para posar sus labios, con aquel momento de vanidad sexual quita mi ropa interior con los dientes recorriendo de regreso con su lengua toda parte oculta a la luz del sol, en círculos la pasa por mis nalgas, las abre con mucha ternura con sus manos para devorar aquel plato especial que había sido preparado solo para él, sigue en esos movimientos de lengua pasándola por mi culo, sube por todo el medio pasando por mi espalda hasta llegar a mi cuello, el aun con su ropa interior apoyaba su gran paquete en mi, me lo hacia como si no tuviéramos nada, ese preciso instante de hormonas liberándose hizo que lo agarra y lo tirará en la cama para salvajemente quitarle lo poco que le quedaba de ropa e introducir el magnifico y perfecto manubrio masculino, con mi lengua me pase por cada rincón, justo en  la raja que todos tenemos metí mi lengua… esas venas a casi explotar pedían a gritos fueran mamadas, con mi mano en su glande fui presionando y chupando toda cosa que saliera de allá, lo que mas quería era morder su suculento manjar pero si lo hacia arruinaría ese hermoso momento. Subí mi mirada a su rostro y pude notar esa cara de felicidad y excitación que solo se logra cuando haces las cosas bien, agarre su tetilla con mis dientes mientras mi lengua jugaba con su punta, baje palpando cada pedazo y vello que poseía hasta toparme de nuevo con aquel caballero de vestidura virginiana que imploraba ser amado, rápidamente me lo comí otra vez solo para escuchar el ‘‘te quiero coger’’, como pude me subí en él apoyando mis manos en su pecho, contrayendo mis dedos para formar una garra y no ser movido de la magnifica posición, mi cabeza giraba a tos lados, los gritos de placer eran escullados en las habitaciones vecinas, mis labios estaban rotos de tanto morderlos; de repente su voz en todo de gemido me dice: Este culito esta tan estrecho que ya voy a acabar… y al mismo momento se oye un grito grave de furia y lujuria que acompañaban un sin fin de penetraciones al momento de acabar mientras su mano mantenía mi cabello agarrado fuertemente tal caballo en corrida.
Solo en una cama lo compartí, Solo en una cama lo olvide.

Historia anónima pero la saque del diario de puta de Alex Zambrano

Con la bolsa de perico


hoy apenas salí del trabajo me fui al local de mi novio, allí espere a que el cerrara la tienda hasta que nos decidiéramos ir a la pequeña pero cómoda habitación de cualquier matadero de la ciudad Valenciana. Entre una entretenida conversación y unas botellas de cervezas nos pusimos cariñosos, el agarraba mi pelo, buscaba mi boca, intentaba tenerme de la forma mas sutil que un pudiera hacerlo… no sucedió nada, solo fue un momento que el alcohol propicio para mostrarnos nuestro “amor”. Llego la hora de partir para nuestra esperada y rica noche; recuerdo que la habitación que probaría mis destrezas era la numero 14, al entrar lo primero que vi fue una hermosa cama con pétalos de rosas rojas y blancas, mis ojos se llenaron de esas que se conoce comúnmente como lagrimas, mis brazos se entrelazaron con su cuello y boca justo con la de él, sentía que mi corazón latía cada vez mas rápido mientras él me llevaba a la cama cual matrimonio en su noche de boda.
Algo paro el momento perfecto de amor y locura que teníamos… solo pronuncio 5 palabras que en mi ser produjeron una especie de rechazo “compre una bolsa de perico”, algo a lo que yo no estaba acostumbrado pero que pude manejar de la mejor manera.
Al rato del incomodo e insatisfecho evento él me agarro de mis caderas y de un tirón me sentó a su lado, sus grandes y fuertes brazos acurrucaban mi cuerpo vació, mi mente no dejaba de pensar en esa entrada gloriosa y el comentario inapropiado que ocasiono cierto alejamiento. Para conquistar de nuevo mi  atención ordeno una cena que me devolvió la alegría con la que había entrado;  acabamos todo y el quiso refrescarse, al salir lo hice yo, estando ya en la cama nuestros dos cuerpos desnudos solo acabojidos con los vellos de cada uno, mis manos se deslizaban por todo su pecho, mis dedos recorriendo circularmente sus tetillas produciéndole a su cuerpo un estremecer que no se explicaba, su gran y desviado soldado guerrero suplicaba fuero comido por mi boca que anhelaba hacerlo…. Mi lengua recorría todo su glande, sus bolas, sus pelos, con la punta de mis dientes mordisqueaba ese cuero extra sensible, me pare rápidamente a buscar en mi bolso un caramelo de menta súper fuerte, al probar eso, sus manos se fueron directamente a mi cabeza empujándome hasta ya no dar mas.
De un solo movimiento se paro y agarro un lubricante que había al lado de la cama, exprimió la mitad del liquido que nos ayudaría a disfrutar todo el rato y decidido a penetrarme fue introduciendo aquello que a veces llamamos gloria, mi cuerpo anunciaba el llamado de dolor, un dolor de placer, un dolor que me inspiraba a seguir con es juego. Se postro sobre de mi, me pego contra el espejo, mi cuerpo caliente inhalaba ese frió de aquel vidrio que era testigo del acto brutal que teníamos, mi mirada se clavo a lo largo y ancho de todo su paquete, una vez mas mi cuerpo se retorcía de sentir su poderoso manubrio en mí, su sudor recorría su cuerpo y finalizaba en el mió, mis piernas abierta facilitaban su penetración, sus manos sostenían mi cabeza contra la cama y su tan esperada acabada nunca llego por sus 5 palabras. Me permitió a mí acabar de una manera que salteaba todo a su alrededor, esos escasos 2 minutos de liberación seminal ayudo a saciar mi sed carnal que tenia por su semen.

Con la bolsa de perico se acabo nuestra historia de amor.

Historia anónima pero la saque del diario de puta de: Alfonso Rivera 

jueves, 6 de octubre de 2011

Ahora que?

Cierto día me desperté con la inquietud de irme a la playa, llame a un amigo, cuadre con otro de aquellos lados y nos fuimos, el viaje aconteció de una manera única e inimaginable, estar en la compañía de alguien especial es una sensación excepcional. Una vez que ya estábamos en nuestro destino, tomamos la decisión de irnos a aventurar y seguir recorriendo carretera solo por la satisfacción de sentirnos bien, llegamos a un punto en el que nuestras ganas no daban para mas y abortamos lentamente la misión solo con el propósito de poder sentir nuestros pies con la suave y magnifica arena.
Recuerdo que prendí un cigarro, mientras me degustaba una charla amena con mi fiel compañero, minutos después pude sentir aquellas ganas insaciables de quitarme la ropa y sentir en mí esa inmensidad a la que llamamos mar. Al salir, la impresión de cada gota recorriendo mi cuerpo era gloriosa, sentía la vanidad en todas ellas.
Un rato mas de charla, mi fiel cigarro y un trago al lado convirtieron aquel momento en una velada inesperada, su grave y excitante voz hacia que mi mente delirara con una fantasía que un tiempo atrás había tenido; solo se que entre la voz, mi mente y mis ganas solo podía disimular esa sed voraz que tenia de él.
 Aún me pregunto si era casualidad compartir ese momento con él o simplemente la amistad nos dio para vivir cosas nuevas!!
Retomando nuevamente nuestro destino, llegamos a lo que posiblemente iba a ser nuestra oportunidad de  experimentar un poco solo si el ambiente se prestaba; unos cuantos tragos encima acompañado de esa droga a que llamamos cigarro el ambiente se torno tal cual se esperaba, muchas risas, un poco de confusión en lo que se decía, juegos y unas que otras caricias. Al no poder mas con la situación nos preparamos para un rico y largo sueño; su mano entrelazaba mi pecho como una cadena protegiendo algo preciado, mi calor arropaba su frío en la solida habitación que estábamos, por un instante  su sueño profundo se disolvió  para poder sentir dos cuerpos tal y como si fuesen uno. Su lengua recorría cada parte de mi boca, ese pedazo de carne saboreaba todo mi cuello y mi oído de manera que solo él podía hacerlo, sus manos aprentandome contra él, su verga a un punto en el que suplicaba la mamaran, sus deseos cada  segundo eran mayores, mis manos recorrían ese cuerpo extraño al que primera vez tocaba, mi lengua se juntó con la de él a tal punto que no podía despegarla, esas ganas imparables de hacerme suyo provoco en mi un ataque repentino y salvaje de quitarle la ropa, meterme en mi boca el trebejo que dispone para darme el Jaque Mate, esa noción e irrealidad de meterme en la cama con un amigo desapareció en el justo instante que su verga va penetrandome, mi cuerpo estremeciendose a todos lados, aquellos gemidos de placer total que me hacían alucinar hasta llegar al punto mas anhelado de la noche.... un momento de fogosidad inexplicable con intensas maniobras que en él produjeron un derroche de éxtasis  dentro de mi.

Con un beso de buenas noches, me pregunté: y ahora que?

Un sutil despertar por un rayito de sol que se colaba desde la ventana avivaba su sueño y al mismo tiempo el mío, esas ganas de dormir un poco mas ya no eran posibles, ese conocimiento extraño que tenemos de la anatomía humana al despertarnos provoco en los dos una peculiar forma de explorar un poco mas lo que no se había tocado.

Otra vez lideriza la escena su magnifico órgano... Lengua. Recuerdo como su punta bajaba y subía estimulando cada milímetro de mi piel, logrando en mi una reacción que solo el conoció; mis manos apretaban fuertemente las suyas, al compás de las agujas del reloj él deslizaba sus labios para tener como fin el paraíso. Lamió todo al rededor y sobre el también, mordió, hasta su gran sinhueso penetro dentro de mi... Por primera vez en mi vida un hombre hacia tal cosa, mi excitación era incontrolable, lo que mas deseaba en ese momento fue sentir su gran bulto adentro de mi, a cambio de eso me dio una experiencia inimaginable en cualquier sentido. Él recuesta su arma justo mi closet para si guardarla, lo pone en puerta, juega con el, mi columna se desvía de tal forma que crea un arco... solo pienso en sus manos en mi cabeza.

A lo que me vuelvo a preguntar: ahora que?

historia anónima pero la saque del diario de puta de Williams Mcmillan

miércoles, 5 de octubre de 2011

solo quiero experimentar

hace un tiempo atrás, tenia el anhelo de ir a los famosos saunas Gays, no sabia si era una fantasía llegar a conocerlo o sencillamente era curiosidad.
Llegue al trabajo de mi amigo y mientras esperaba decidí caminar un rato por el centro comercial. Al pasar por una tienda conocida pude notar que había un bolso de cuero negro, con marcas blancas y una tela verde escandalosa que me llamaba, no dude ni un solo instante en entrar, pedirlo y pagar. Salí de esa tienda cuan niña feliz con cartera nueva, ya era tiempo de ir a famoso y esperado SAUNA GAY, cuando de repente vemos que no teníamos la ropa adecuada ni lucíamos lo mejor posible para ir. Decidimos irnos a comprar unos pequeños trapos, ya con nuestra pequeña e inigualable ropita nos fuimos al apartamento a quitarnos el exceso de vello.....
Èl entro a la ducha semi desnudo, solo con un pedazo de tela que le tapaba su gran bulto, al verlo mi cuerpo se estremeció de tal manera que la excitación no se podia controlar, sutilmente le roce el brazo sintiendo cada parte de su piel, esperando una respuesta sexual; lamento decir que no sucedió nada.
Listo ya nuestra faena de embellecernos decimos abordar nuestra ruta a una posible felicidad carnal, llegamos al sitio con muchas inquietudes, la mayoría nos veían y murmuraban cosas como: son nuevos, es la primera vez que vienen, mira sus caras entre otras cosas. Decidimos cambiarnos y en pleno pasillo llego un moreno que centro su miraba en mi, podía sentir cada parte de su deseo penetrar un poquito de mi, solo imaginaba mientras la ropa iba cayendo que tenia aquello entre mis piernas esperando por un momento de éxtasis; logrando por todo aquel momento comprometedor o por lo menos para mi, ponerme la ropa adecuada nos dispusimos a dar un paseo por las instalaciones. Vimos un cuarto donde solo se proyectaba, otros 2 mas donde solo se sabia que estabas tu de lo oscuro que eran, mas adelante nos topamos con los verdaderos saunas, uno a vapor y otro seco, nos metimos en el de vapor y sentí una mano que recorría desde mi pecho hasta mi nalga, solo con sentir aquella garra pude deducir que era aquel moreno que me hizo suyo en tan solo una mirada, sentí sus labios tocando mi cuello, humedeciendome con aquella lengua todo mi oído, penetrando adentro de mi piel con las ganas insaciable de tenerme; pasamos a un cuarto en el que solo se sabia que tu estabas, allí pude sentir aquellos ricos y babosos labios recorriendo todo mi paquete, esa lengua que jugaba con mi glande y se iba hasta el culo donde me apretaba fuertemente contra la pared, empujandome aquel manojo de carne, arriba y abajo logrando así un momento único de placer.
Una vez mas me dispuse a saciar  mis ganas, lo tome fuertemente por su brazo y lo senté en un banco del famoso cuarto oscuro, moje mis labios con su sudor y lentamente recorría cada rincón de su pecho, provocando en él una sensación satisfactoria. Seguía bajando cada vez mas hasta toparme con aquel arsenal que resguarda su arma mas importante, deslizaba mi boca al rededor de todos y cada uno de sus pelos, mientras daba pequeños golpecitos con mi lengua en su gran corpulencia. Ya mis ganas y mi deseo de probarlo eran inaguantable, de solo un tirón abrí mi boca e introduje aquel magnifico y perfecto miembro; ya adentro sentía cada vena que bombeaba sangre para mi mayor comodidad, solo el rozar de mi lengua con su glande le producía una excitación tal que sus manos apoyadas en mi cabeza hacían que me comiera eso como cuan mangar de navidad. Le apretaba fuertemente el delicioso  plato que comía y lamia al mismo tiempo, sin mucho tiempo para realizar maniobras de placer sentí como un liquido caliente recorrió mi boca y rápidamente puse mi pecho para aquel volcán en erupción.


historia anónima pero la saque del diario de puta de: Willams Mcmillan